Septiembre está llegando a su fin y quizás sea el mejor momento para disfrutar de la tranquilidad de la playa justo en frente del Hotel Yaramar. Para no perder costumbres, puedes dormir una siesta. Aquí te detallamos buenas razones para ello:
La siesta es habitual en países donde el calor aprieta. La palabra viene del Latin hora sexta que designa al lapso del día comprendido entre las 12 y las 15 horas, momento en el cual se hacía una pausa de las labores cotidianas para descansar y reponer fuerzas. Aunque es una costumbre arraigada en más países, sí es cierto que la primera lengua en adaptar este término fue la española, por lo que la hace más nuestra aún.
Hay también una explicación biológica para echarse la siesta, y es que es una consecuencia natural de la subida de la glucosa en sangre después de la comida, lo que provoca una consiguiente somnolencia. Está demostrado científicamente que una siesta de no más de 30 minutos (más tiempo puede trastocar el reloj biológico natural y causar insomnio por la noche) mejora la salud en general y la circulación sanguínea y previene el agobio, la presión o el estrés. Además, favorece la memoria y los mecanismos de aprendizaje y proporciona la facultad de prolongar la jornada de trabajo al poderse resistir sin sueño hasta altas horas de la noche con poca fatiga acumulada.
Así que, relájate con nosotros y disfruta plácidamente de los beneficios de una buena siesta.
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